¿Para qué?

“¿Para qué?” no ofrece respuestas. Apenas una figura velada bajo capas de óleo

diluido sobre lienzo. Esteban Gasme juega con la contención y la pregunta como

forma de expresión: lo que se insinúa pesa más que lo que se declara.

La obra propone un cuerpo ausente/presente, fundido en un campo monocromo que parece

borrarse a sí mismo. El borde superior, con perforaciones sugeridas, suma una

dimensión material que remite al papel continuo, al archivo, a lo que queda

registrado y luego se olvida.

No hay dramatismo. Solo una pregunta que se impone

con suavidad. “Lo que no se responde, persiste.”